El deporte nacional, hoy, si se juzga por lo hechos, está paralizado, con poquísimas excepciones. Tanto del sector federativo, como del deporte gubernamental. Tanto en lo local como internacional.
Desde junio de 2023, que se celebraron los Juegos Centroamericanos en el Salvador, en octubre de ese mismo año, los Juegos Panam en Chile y en agosto del 2024, los Juegos Olímpicos de París, el deporte dominicano ha estado estancado, casi por completo.
Son muy pocas las federaciones deportivas que realizan actividades, mientras que la gran mayoría lucen inactivas.
Lo propio pasa con las asociaciones provinciales, claro, con algunas excepciones. Cuáles eventos se pueden mencionar que se hacen en su fecha. La gran mayoría de los Torneos Superiores de Baloncesto, la Liga Nacional de Baloncesto, eventos de voleibol con las Reinas del Caribe, igual con la Selección Nacional de Basket y la Federación de Tenis.
Un duro agravante
Desde el año pasado, el Ministerio de Vivienda ha iniciado una serie de reparaciones de instalaciones deportivas con miras a los Juegos 2026, tanto en el Centro Olímpico como en el Parque del Este, y eso ha sido una “estocada mortal” para esos deportes. Algunos no tienen donde entrenar o han buscado refugio en algunos techados de clubes.
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Desde hace meses, han desaparecido la celebración de juegos municipales, juegos provinciales, eventos recreativos, que eran auspiciados por el Ministerio de Deportes. Ni hablar de los juegos nacionales cuya última versión fue en Hermanas Mirabal en 2018. Si no se andan rápido, habrán lamentaciones.