Por Lesvia M. Sánchez R.
En la mayoría de las Empresas modernas el personal de primera línea define la forma en la que se hará el trabajo haciendo una planificación que en la mayoría de los caso es mal llamada estratégica, porque se planifica de una manera ideal, sin tomar en cuenta la verdadera situación de la Empresa en cuanto a su posicionamiento en el mercado y su realidad interna.
La planificación es la forma en la que organizamos actividades que involucran otros aspectos con la intensión de llegar a un objetivo, se toman en cuenta recursos humano y financiero, tiempo, se crea un espacio ir evaluando, revisando, readecuando.
Es innegable que planificar es una herramienta indispensable en el desarrollo y crecimiento de las Empresas, ahora bien, ¿se planifica apegados a la realidad de cada empresa? En la mayoría de los casos eso no sucede.
Los nuevos tiempos han presentado un reto a todas las empresas: ser competitivos, esto implica que se creen las condiciones para ser tendencia, para ser elegida y por tanto ser rentable, esto, aunque aparentemente es poco lo es todo y envuelve el conjunto completo.
Administrativamente se ha llegado a la conclusión que el recurso más importante de las empresas es el humano, con sus emociones, actitud y aptitud, por lo tanto se hace más grande la necesidad de mantener a este recurso motivado, contento, dispuesto a dar la milla extra, contratar personas con un alto nivel de compromiso es una inversión que dependiendo del trato otorgado puede o no brindar beneficios a corto, mediano y largo plazo.
Para planificar de manera eficiente se tiene que tomar en cuenta inicial y puntualmente, todos los aspectos que inciden en el desarrollo de la organización, si nuestros ingresos son de 10 pesos no podemos planificar contando con 15, además, el recurso humano debe ser tomado en cuenta de manera protagónica para que pueda dar buenos resultados, a veces tenemos departamentos o áreas que por su función en la empresa siempre están positivos, la planificación no puede ser basada en esos resultados, debe ser analizada y balanceada porque lo ideal no siempre es lo que tenemos como realidad.
Se hacen recortes de actividades indispensables para el buen desenvolvimiento de la empresa, o se dan más facilidades a un área por encima de las demás, pero se exige igual a todos, es decir los niveles de equidad se pierden haciendo que la planificación se
convierta en un lastre para una parte de la empresa que ve de como unos tienen todo y otros tienen que trabajar y tener buenos resultados sin nada.
El éxito de una empresa no se logra sobre la base de trabajar y exigir excelentes resultados con lo se tiene, se logra creando un balance con los recursos, creando conciencia y mostrando un verdadero nivel de igualdad y equidad, que todos vean que la situación es igual de crítica para todos no solo para los que son operativos.
La planificación para que sea exitosa debe y tiene que basarse en la realidad no en el ideal de lo que queremos que sea una determinada actividad, si planificamos en base a lo que tenemos en la cabeza solo aseguramos el fracaso, la frustración, el despido de gente valiosa y finalmente si todavía queda algo se hace necesario tomar una dosis de realidad y empezar de nuevo.
Con buenas intensiones no se consigue la eficiencia, se logra con trabajo planificado, tomando en cuenta la gente, la forma en que cada quien hace su trabajo dentro del equipo, que vea sus limitaciones y sus fortalezas, los lideres tienen que ser no solo firmes, sino que debe crear un estilo de dirección que sea flexible, abierto, participativo, justo, con equidad.
En resumen, la planificación debe ser lo mas valorada posible y sobre todo analizada en función de todos los elementos dinámicos de las organizaciones, ninguna empresa crece, se desarrolla, se posiciona y mantiene en el mercado por su nivel de competencia, teniendo buena fe.