La repentina muerte de Rubby Pérez, ocurrida durante el colapso del techo de la discoteca Jet Set mientras cantaba en la madrugada del 8 de abril, ha dejado en shock a la nación. Pero más allá del dolor, su filosofía de vida —revelada en una íntima entrevista con el periodista José Peguero en septiembre de 2024— resurge como un testimonio de humildad, conexión con la naturaleza y amor por los seres vulnerables.
En pleno auge de las redes sociales, Rubby sorprendió al convertirse en tendencia no por un escándalo, sino por su devoción hacia Ignacio, un burro de su finca. Lo que algunos medios llamaron «noticia absurda», para él fue una lección de humanidad: