Dos personas murieron y tres resultaron heridas graves en un ataque ocurrido el jueves por la mañana frente a una sinagoga en Mánchester, en el noroeste de Inglaterra, informó la policía.
Las fuerzas del orden dispararon contra el sospechoso del ataque agregó la policía en X, explicando que el hombre llevaba consigo «objetos sospechosos». Poco después, la policía confirmó la muerte del sospechoso. Las autoridades agregaron que dos personas fueron detenidas tras el ataque y que considera el hecho como un acto «terrorista».
Un importante dispositivo de seguridad fue desplegado en la calle de la sinagoga y miembros de la comunidad judía se reunieron cerca del lugar de culto, algunos para rezar.
Chava Lewin, una testigo del ataque, que vive cerca de la sinagoga, contó a la agencia PA que vio a un hombre «empezar a agredir con un cuchillo a varias personas, para después atacar al agente de seguridad de la sinagoga e intentar entrar a la misma. Alguien bloqueó la puerta, todos estaban muy conmocionados».
«Horrorizado»
El primer ministro británico, Keir Starmer, quien se declaró «horrorizado» por este ataque, acortó su presencia en la cumbre de la Comunidad Política Europea en Copenhague para regresar al Reino Unido y presidir una reunión gubernamental de emergencia.
Starmer anunció también, en una breve declaración antes de su partida de Dinamarca, que se están desplegando «medios policiales adicionales» para garantizar la seguridad de las sinagogas en todo Reino Unido.

Horas antes, la Policía de Gran Mánchester afirmó que recibió una llamada de un ciudadano poco después de las 9:30 a. m. para acudir a la sinagoga Heaton Park Hebrew Congregation, en Crumpsall. La persona que llamó dijo que había visto cómo un coche atropellaba a varios transeúntes y que un hombre había sido apuñalado.
Según la policía, minutos después, agentes armados realizaron varios disparos.
«Un hombre ha recibido un disparo, se cree que es el agresor», añadió.
Andy Burnham, alcalde del área metropolitana de Mánchester, declaró a la BBC Radio que «el peligro inmediato parece haber pasado».
El rey Carlos III afirmó el jueves estar «profundamente conmocionado y apenado» por el ataque.
El rey expresó que su esposa, la reina Camila, y él quedaron «profundamente conmocionados y apenados» al enterarse del «horrible» ataque en Mánchester, «especialmente en un día tan significativo para la comunidad judía», que celebra este jueves la festividad de Yom Kipur, considerado el día más sagrado del calendario judío.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron condenó el ataque: «Francia se solidariza con las familias afectadas por un ataque terrorista antisemita contra los fieles de una sinagoga de Mánchester, con la comunidad judía y con el pueblo británico», escribió en X.