El béisbol puede ser su gran pasión, pero muchos peloteros dominicanos han demostrado que el espectáculo también les queda bien. No solo viven del diamante; varios han conectado con la música, la televisión, el cine y hasta con el amor dentro del mundo artístico. En otras palabras, el entretenimiento dominicano también tiene su propio lineup de estrellas beisboleras.
Entre los que han hecho “swing” fuera del terreno figuran Luis Polonia, José Reyes, José Lima, Ronny Rodríguez, Alex Rodríguez, Edwin Encarnación, David Ortiz, Sammy Sosa, Neifi Pérez, Raúl Mondesí, D’Angelo Jiménez, Odalis Pérez y Francis Beltrán, entre otros.
Y precisamente uno de ellos, Luis Polonia, será homenajeado con el estreno del documental “El rey del hit: Luis Polonia”, que llegará a los cines del país el 30 de octubre de 2025.
Del estadio al escenario
La historia está llena de ejemplos de peloteros que se quitaron el uniforme, pero no el carisma. José Reyes, tras brillar en Grandes Ligas, se reinventó como artista urbano bajo el nombre “La Melaza”, grabando temas junto a figuras como Arcángel y demostrando que también sabe conectar con el ritmo, no solo con la pelota.
Antes que él, José Lima, el inolvidable “La Cacata”, ya había mostrado su faceta artística. A inicios de los 2000 popularizó el merengue “Cuídate que no te pique una cacata” y se convirtió en figura recurrente de la televisión dominicana, ganándose el cariño del público por su alegría desbordante.
Otro que ha probado suerte en la música es Ronny Rodríguez “El Felino”, quien ha grabado temas de rap y ritmos urbanos tras su paso por los Tigres de Detroit, las Águilas Cibaeñas y los Toros del Este.
Incluso David Ortiz, el “Big Papi”, ha mostrado su afinidad por los sonidos locales. Grabó una bachata y ha colaborado con artistas urbanos. Además, se le reconoce por haber apoyado económicamente a El Alfa en los inicios de su carrera.
Peloteros que se convirtieron en mecenas
No todos decidieron cantar, pero sí estuvieron muy cerca del espectáculo. Sammy Sosa, por ejemplo, fue un gran impulsor del merenguero Nicolás Marlin y es recordado por las fastuosas fiestas que celebraba cada 12 de noviembre, donde se mezclaban figuras del deporte y la farándula.
Por su parte, Neifi Pérez, leyenda del Escogido, apoyó durante un tiempo la banda de su hermano, el fallecido merenguero Rubby Pérez, quien perdió la vida en el colapso del techo del Jet Set.
Y cómo olvidar a Raúl Mondesí, alias “Mondi-disco”, quien trasladó su espíritu competitivo a los negocios del entretenimiento con varias discotecas en San Cristóbal.
Cuando el amor también entra en juego
Otros peloteros no tuvieron que cantar ni producir para involucrarse en el mundo del espectáculo: el amor los llevó allí.
El caso más mediático es el de Alex Rodríguez, ex de Jennifer López y también vinculado sentimentalmente con Madonna, lo que lo colocó en el centro del entretenimiento mundial.
Edwin Encarnación también cruzó esa línea al enamorarse de la comunicadora Karen Yapoort, una de las figuras más destacadas de la televisión dominicana.
Asimismo, D’Angelo Jiménez contrajo matrimonio con Melissa Guzmán, y Odalis Pérez hizo lo propio con Evelina García. Hace dos décadas, Francis Beltrán y la presentadora Sofía Lachapelle también unieron sus vidas, y recientemente su hijo celebró 20 años.
Aunque no es dominicano, vale mencionar a la pareja icónica entre Joe DiMaggio y Marilyn Monroe, una unión que demostró que el amor entre el béisbol y el espectáculo puede ser tan legendario como un jonrón en el noveno inning.
El periodista Moisés Mejía destaca que este vínculo entre el béisbol y el entretenimiento “no es casualidad, sino una muestra de cómo los peloteros dominicanos han trascendido su rol deportivo para convertirse en verdaderas figuras del espectáculo nacional”.
Y razón no le falta: el béisbol dominicano no solo produce estrellas del deporte, sino también protagonistas de historias que brillan dentro y fuera del terreno.