Una imagen simple, pero poderosa, desató ayer una ola de rumores en República Dominicana: dos sillas plásticas blancas, colocadas misteriosamente frente al Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, han encendido las redes sociales con especulaciones sobre una posible visita del ídolo urbano Bad Bunny.
El gesto no pasó desapercibido. Usuarios de la red X (antes Twitter) convirtieron rápidamente el nombre del artista puertorriqueño en tendencia, interpretando la escena como una señal de que Santo Domingo podría estar entre las paradas de su próxima gira mundial. La emoción creció aún más al relacionar las sillas con la portada de su más reciente álbum, Debí tirar más fotos, donde precisamente ese tipo de asiento —símbolo recurrente en la cotidianidad caribeña— ocupa un lugar central.