José Rafael Sosa en colaboración con Gabriela Tavárez Ruíz
SANTO DOMINGO. El conversatorio #13 vinculó medios de comunicación y literatura. Los ponentes: John Feeley, Juan Gabriel Vásquez, Denise Dresser, Persio Maldonado, director de El Nuevo Diario.
Fue una conversación sobre la inestabilidad de las democracias ante la desinformación, el avance del autoritarismo y el desencanto ciudadano. ¿Cómo evitar que las libertades se desmoronen? La mesa analiza el papel del periodismo en la defensa de la verdad y propone estrategias para restaurar la confianza en las instituciones.
La intención es dejar constancia de lo expresado y mantener el registro de la trascendencia de lo dicho, más allá de la mirada “social” del evento, porque cuanto se dijo allí debía ser compartido ante las audiencias de cada quien.
He aquí un consolidado del conversatorio:
John Feeley: La desconfianza es el producto de un proceso y los medios de comunicación en general tienen un problema, y es que la marcha sin cesar de la tecnología en ciertos momentos de la historia rebasa la capacidad de las personas adaptarse a lo que significan. Walter Kronkite fue el hombre más confiable de Estados Unidos. El contenido en línea tiene a los medios tradicionales perplejos, incluso por su influencia hoy día; más del cincuenta por ciento de la población latinoamericana cree que la democracia no es la mejor forma de gobierno.
Persio Maldonado: ¿En qué han fallado los demócratas?
Denisse Dresser: Uno de los grandes desafíos de la democracia es la polarización extrema, y se ha debido en parte a las redes sociales y a cómo se diseminan los mensajes falsos y a cómo los populistas quieren que sus bases desconfíen de cualquier cosa, por lo que se busca destruir el valor de la palabra. Buscan desacreditar esa base de la democracia y matar al mensajero para que no llegue el mensaje. La narrativa de Claudia Sheinbaum y AMLO convirtió a los periodistas en una oposición que hay que destruir. A medida que se van destruyendo las opiniones y libertades, no se puede ser demócrata.
Juan Gabriel Vásquez: La labor principal del periodismo es fiscalizar el poder. La guerra contra el periodismo se ha librado usándonos a nosotros como vehículos. Es perverso porque manipulan verdades importantes. Hace un año, Elon Musk dijo: “You are the media now.” Esto no es verdad. Lo que él dice es que el periodismo es una élite que no merece nuestra confianza y que debemos destruirla, ya que desde la élite nos dice verdades manipuladas.
Persio Maldonado: ¿Hasta dónde hemos fallado en el ejercicio de la democracia? Hay una expectativa de que los periodistas sean agentes de relaciones públicas para el partido que gana, que está en el poder.
John Feeley: Tenemos que hablar del mensaje y del mensajero. Donald Trump es un excelente mensajero, y aunque dice mentiras, es accesible y su mensaje no es difícil de entender, y responde a lo que sus seguidores quieren. En el partido demócrata, Joe Biden no era un buen mensajero. Un problema fue que, aunque Kamala Harris era buena mensajera, no era conocida fuera del círculo de los demócratas. La mayoría de los que no eran militantes del Partido Demócrata se quedaron en casa y no votaron.
Denisse Dresser: Los demócratas hemos fallado en no defender instituciones, a los periodistas, a los espacios de libertad, la ciencia, el uso de los datos. Demasiados se vuelven cómplices y se dejan seducir por un discurso. Hay demasiados dispuestos a sacrificar la democracia por un “bien mayor, demasiados colegas se han vuelto apologistas. El verdadero periodismo es publicar lo que alguien quiere que no publiques, pues lo demás es relaciones públicas. Los intelectuales sucumben no por el dinero, sino por la vanidad. No hay nada más seductor para un periodismo que susurrarle al oído al rey o la reina. Nada fue mejor para el periodista hasta que el poder empezó a prestarle la atención. La Casa Blanca inauguró un segmento en el que todas las semanas anunciarán a los peores mentirosos. En EEUU están fallando universidades que dejan que Trump les doble el brazo como Colombia. Quien calla, falló.
John Feeley: El miedo de la venganza del poderoso es lo que nos mantiene callados cuando tenemos que gritar.
Juan Gabriel Vásquez: Nos ha faltado rigor, y hemos fallado en nuestro rol de diseminadores de información. Antes recomendaba en su columna fungir como departamentos de fact checking (proceso de verificación de hechos, consiste en verificar contenidos ya publicados, sobre todo en las redes sociales, y establecer lo que se sabe, de una persona o un acontecimiento) . Tendemos a confiar más en lo que confirma nuestras opiniones en lugar de aquello que las desacredita. Las democracias viven con miedo con la influencia de la ignorancia.
Persio Maldonado: Es difícil gobernar con todo el mundo dirigiendo al mismo tiempo. ¿Cómo gobernar si les prestamos atención a todos al mismo tiempo?
John Feeley: La solución se remonta a los principios. Maneja el centro de integridad para la gestión de los medios de las Américas. El fact checking es un ejercicio en la integridad. Debemos hacer fact checking dos o tres veces antes de que las y los periodistas publiquen. Para recuperar la confianza, debemos enseñar a los jóvenes en las escuelas e iglesias lo que es la integridad y por qué importa.
Denisse Dresser: Gran parte del desapego hacia la democracia viene de no haber aprendido las lecciones de la historia. Una de las lecciones del surgimiento del fascismo es que hay poblaciones dispuestas a subcontratar sus destinos a una sola persona y borrar la evidencia con tal de sumarse a esa narrativa. México fue uno de los cinco peores países en el desempeño del manejo de la familia.
Estados Unidos se ha latinoamericanizado. Importa más la lealtad al personaje que la verdad, los datos, la evidencia, lo que todos los días produce el periodismo serio. Tenemos malos gobiernos porque hemos sido malos ciudadanos.
Juan Gabriel Vásquez: No nos damos cuenta de hasta qué punto somos parte de un gigante experimento de lavado cerebral. Para capturar nuestra atención, las redes sociales nos capturan a cualquier costo. La mejor forma de capturar la atención es de constantemente librar el conflicto.
John Feeley: La estrategia de Mamdania en Nueva York fue grabarse en la calle escuchando a personas, lo cual publicaba en TikTok. No se grababa hablando, sino escuchando.
Denisse Dresser: Las compañías son supranacionales y más poderosas que gobiernos. Tenemos que pensar seriamente en regulación supranacional usando el ejemplo de Europa. Sean dueños de sus comentarios y silencios, y aprendan lo que es ser ciudadanos en una democracia.
Juan Gabriel Vázquez: La pandemia fue un factor revelador de la democracia y nuestra salud ciudadana. Uno de los problemas fue que la pandemia no tenía una salida política. La pandemia también reveló hasta qué punto la confianza pernea las sociedades latinoamericanas: los gobiernos no creían en los ciudadanos que se descuidaban y creían en teorías de conspiración, y los ciudadanos no confiaban en los gobiernos.
Los conversatorios se encuentran in extensso en el canal de Youtube Mar de Palabras.