Tras la muerte de Stephora Anne-Mircie Joseph R., una niña de 11 años que falleció en circunstancias aún bajo investigación, decenas de padres, exdocentes y exempleados del colegio Leonardo Da Vinci, en Santiago, han comenzado a denunciar presuntos abusos, maltratos, negligencias y episodios de violencia que, según afirman, habrían ocurrido durante años dentro del centro educativo, reveló un reportaje de N Investiga.
Testimonios recopilados por el programa evidencian la exposición de un patrón de conductas preocupantes que involucran la forma en que la institución manejaba situaciones de emergencia, conflictos entre estudiantes y denuncias de agresión física y psicológica.
De acuerdo con el reportaje de N Investiga, luego de que se diera a conocer la muerte de la menor, madres y padres comenzaron a contactar al equipo periodístico para relatar experiencias similares vividas por sus hijos, algunas de ellas con consecuencias graves para la salud física y emocional de los estudiantes.
Uno de los testimonios corresponde a la madre de un niño que habría sufrido una agresión violenta dentro del plantel, cuando otro estudiante presuntamente lo ahorcó hasta provocarle la pérdida del conocimiento, convulsiones y un trauma craneal que pudo costarle la vida. Según la denuncia, pese a la gravedad del hecho, el colegio no brindó acompañamiento a la familia y, por el contrario, habría intentado presionarla para que retirara la querella presentada ante la Fiscalía.
Padres consultados por N Investiga aseguran que la violencia y el acoso escolar eran frecuentes y que, en muchos casos, las diferencias físicas, culturales o sociales convertían a algunos niños en blancos constantes de burlas y hostigamientos, sin que la institución actuara de manera efectiva para detener estas conductas.
Los testimonios describen un entorno donde, según afirman, no todos los estudiantes recibían el mismo trato, y donde la respuesta del centro ante situaciones de riesgo era, en ocasiones, minimizada o ignorada.
Las acusaciones no provienen únicamente de padres. Exmaestros del colegio también relataron a N Investiga haber sido víctimas de presiones internas, manipulación de calificaciones y tratos injustos. Algunos aseguran que se les pidió modificar notas de estudiantes considerados “importantes” por el estatus social o la influencia de sus familias, lo que habría comprometido los criterios académicos y la integridad profesional del cuerpo docente.
Según estos relatos, el ambiente interno favorecía a determinados grupos, mientras otros estudiantes y profesores quedaban desprotegidos ante abusos y decisiones arbitrarias.
El Ministerio Público arrestó recientemente a cuatro maestras del colegio, acusadas de negligencia en relación con la muerte de Stephora, quien, según el expediente, permaneció más de 30 minutos en una piscina sin recibir asistencia, pese a que gritaba pidiendo ayuda.
Aunque el proceso penal se centra en responsabilidades individuales, N Investiga advierte que las denuncias surgidas tras el caso apuntan a fallas estructurales más amplias, que habrían sido toleradas durante años dentro de la institución.
El reportaje concluye señalando que, más allá de las imputaciones judiciales, el caso ha dejado una profunda inquietud en la sociedad dominicana. Padres, madres y educadores se preguntan hoy qué tan seguros están los niños dentro de los centros educativos y quién asume realmente la responsabilidad de protegerlos cuando ocurren situaciones de riesgo.
Mientras avanzan las investigaciones, las denuncias continúan saliendo a la luz, impulsadas por familias que aseguran haber guardado silencio por miedo o falta de respaldo, y que ahora exigen que estos hechos no queden impunes.



