Jeffrey Epstein no fue asesinado, no chantajeó a figuras prominentes y no tenía una «lista de clientes», informaron el FBI y el Departamento de Justicia, descartando así teorías conspirativas sobre la muerte en la cárcel del financiero estadounidense acusado de tráfico sexual de menores.
El gobierno llevó a cabo una «revisión exhaustiva» de las pruebas del caso Epstein, quien se suicidó en 2019 en una prisión de Nueva York, dijeron las agencias en un memorando conjunto.