En torno al paso de las vacas se desarrolla toda una coreografía cuidadosamente organizada. Puede pasar desapercibida para el ojo inexperto, pero no para quienes administran la finca Criadero Puntal, en Santiago Rodríguez, día tras día. Se trata de la agricultura regenerativa, una práctica que promueve la sostenibilidad ambiental y la productividad en la producción lechera del noroeste de la República Dominicana.
De la mano de Nestlé® Dominicana, en estos terrenos se han seleccionado cuidadosamente las áreas destinadas al pastoreo, así como aquellas que se dejarán reverdecer de forma natural y progresiva. Se protege la vegetación existente y se han sembrado nuevos árboles para ofrecer sombra al ganado y enriquecer el suelo. Además, los residuos animales se aprovechan para producir abono natural, evitando al mismo tiempo que contaminen los cuerpos de agua cercanos.
Estas prácticas buscan evitar el empobrecimiento del suelo, preservar —e incluso aumentar— la biodiversidad, proteger la salubridad del agua y garantizar que el ganado reciba una mejor alimentación y disfrute de un entorno más favorable. Todo esto se traduce en una leche de mayor calidad.
“Desde que comenzamos con el programa de agricultura regenerativa de Nestlé®, sus técnicos nos han guiado para hacer la finca más sostenible. Evitamos el sobrepastoreo, el pasto que producimos es de mejor calidad y ya no necesitamos fertilizantes químicos. Incluso se creó un banco de proteínas con árboles endémicos para aprovechar mejor la vegetación”, explica Enrique Espinal, el joven administrador de la finca.
Este programa involucra a más de 100 ganaderos en todo el país, con la expectativa de seguir creciendo en proporción cada año. La determinación de la empresa y sus aliados ha sido tal que ya han superado una meta originalmente trazada para 2030: lograr que la mitad de la leche fresca que Nestlé® compra localmente como insumo para sus productos lácteos provenga de fincas que practican agricultura regenerativa.
“Hemos promovido alianzas con los ganaderos, a través de las cuales les proporcionamos conocimientos prácticos y guías para mejorar sus modelos productivos. Posteriormente, también los apoyamos con evaluaciones para monitorear su evolución y formular nuevas recomendaciones, si es necesario”, señala Leamsy Rodríguez, Gerente de Sostenibilidad de Nestlé® Dominicana.
Lo que se está implementando en República Dominicana no solo representa un avance local, sino que también contribuye al cumplimiento de los compromisos globales de Nestlé® en materia de sostenibilidad, enfocados en transformar la producción lechera hacia modelos más responsables y regenerativos.
Pequeños productores, grandes resultados
En la comunidad Manuel Bueno, ubicada en la provincia Dajabón, el productor lechero Francisco de los Santos también se ha beneficiado de este programa. Aunque su espacio productivo es limitado, gracias a esta práctica ha logrado aprovechar mucho mejor sus recursos.
“Me enseñaron que asignar un espacio específico para que las vacas pasten es lo mejor para mi finca. Se aprovecha mejor el suelo, siempre que lo estemos regenerando, claro está —es decir, abonándolo y aprovechando los árboles. Usar el terreno sin un orden no es más productivo; todo lo contrario”, indica De los Santos.
Cambio generacional
Una de las principales dificultades que enfrenta la producción agrícola en el país —una tendencia también observada en otras regiones del mundo— es la falta de relevo generacional. Las nuevas generaciones suelen inclinarse por actividades que requieren menor esfuerzo físico o que ofrecen beneficios económicos más inmediatos, lo que limita la continuidad de la actividad agrícola.
En Criadero Puntal, sin embargo, se ha dado una excepción a esta tendencia. Enrique Espinal asumió la dirección de la finca hace relativamente poco tiempo, luego de que su padre, Yamil, la fundara en 1992 y la hiciera crecer progresivamente.
“Estoy muy orgulloso de que mi hijo sienta la misma pasión por la tierra. Aunque estudió Economía, hoy en día está completamente enfocado en la genética de nuestras vacas Jersey; incluso las conoce por número. Siempre está haciendo planes”, manifiesta don Yamil con satisfacción.
La relación de esta familia con Nestlé® es de larga data. En la finca del abuelo de Enrique se tomaban las fotografías para las guías que, hace décadas, la empresa elaboraba con el objetivo de orientar a los ganaderos en la mejora de sus prácticas productivas.
“Cuando comencé a trabajar en el campo, yo mismo transportaba la leche para Nestlé® dos veces al día hasta el centro de distribución en Santiago Rodríguez. Siempre nos hemos sentido respetados y motivados por la empresa, que además ha mantenido un fuerte compromiso ético”, indica el mayor de los Espinal.
Un futuro más sostenible, de la mano de todos
El futuro de la producción lechera en el noroeste se está forjando hoy, impulsado por la innovación, el compromiso ambiental y la colaboración entre generaciones. La alianza entre Nestlé® y los productores locales marca el camino hacia un modelo más justo, regenerativo y sostenible para las próximas generaciones.

