Esta semana nos embargó la tristeza al recibir la noticia del fallecimiento de Rafael Antonio Úbeda, directivo del Club Atlético Licey y fanático de sangre azul, desde la cuna.
Con su partida, se va un hombre entregado al béisbol, entusiasta, con visión clara del juego y sin horarios cuando se trataba de trabajar por su equipo. Era ampliamente reconocido por su buen temperamento, su trato afable y su disposición sincera para colaborar con quienes compartíamos esta pasión.
Úbeda ocupó diversas posiciones en la directiva azul, desde donde aportó significativamente a la conformación de los equipos campeones de los últimos años. También puso al servicio del club sus conocimientos en el área promocional, con un enfoque siempre moderno y efectivo.
El Licey está de luto. Con su partida perdemos a un miembro distinguido de esta gran familia.
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Extendemos nuestras más sinceras condolencias a doña Olguita Reyes Menéndez, a sus hijos Amanda Isabel y Javier Antonio, y a sus nietos, por esta irreparable pérdida.
Estamos seguros de que ahora estás bajo el manto de la Virgen de la Altagracia, de quien fuiste fiel devoto, siguiendo desde lo alto los futuros triunfos y coronas de tu querido equipo azul.
Adiós buen amigo