La localidad cántabra de Laredo, en el norte de España, ha culminado este viernes el reto de elaborar la lata de conservas más grande del mundo, con 3.232 anchoas, en una iniciativa solidaria para ayudar a enfermos de cáncer.
En la iniciativa, de una conservera local, se han empleado anchoas del Cantábrico con “una maduración y sabor de primera calidad».
En el procesado ha participado un equipo de 15 expertas mujeres, que han exhibido la labor minuciosa de sobar y adecentar la materia prima ante la mirada de cientos de curiosos.
Durante más de dos horas, la empacadora ha depositado una a una cada anchoa en el enorme envase, de un metro de diámetro, diseñado para la ocasión, con un peso final de 30 kilos. Tras lograr el récord, las anchoas se han despachado a un precio simbólico para destinar lo recaudado a la Asociación Española Contra el Cáncer.