En una conversación íntima y cargada de anécdotas, el reconocido cineasta dominicano Alfonso Rodríguez reveló no solo su trayectoria profesional, sino también las luchas internas, sociales y financieras detrás de sus proyectos más emblemáticos, como la película Junior. Lejos de ser una historia de éxito convencional, su carrera ha estado marcada por una férrea convicción de que el cine puede —y debe— servir como espejo de la sociedad.
Rodríguez confesó que Junior, a pesar de ser una obra con fuerte crítica social, representó una pérdida económica de más de 8 millones de pesos. “La gente pide películas con contenido, pero no las va a ver. Hicimos Junior y fue un fracaso en taquilla”, relató. Sin embargo, más allá del balance financiero, para él la experiencia fue una reafirmación de su vocación artística y social.